Escúchame, deja de reír. Ahora quiero hablarte en serio.
No pierdas el billete, ni las ganas de verme.
Pueden pedírtelo al subir. Yo voy a pedirlas al llegar.
Recuerda: plaza sentada, con derecho a consumición
[de la distancia que nos separa.
Escúchame, deja de reír. Ahora quiero hablarte en serio.
No pierdas el billete, ni las ganas de verme.
Pueden pedírtelo al subir. Yo voy a pedirlas al llegar.
Recuerda: plaza sentada, con derecho a consumición
[de la distancia que nos separa.
Confesar(nos)
los secretos y las miradas
las travesuras y chiquilladas
de adultos confundidos.
Hoy he decidido abrirte,
dejarte al descubierto
ver todas tus páginas en blanco.
Quiero deslizarte mi fina pluma azul
y dibujarte infinidad de palabras
que compongan historias desbordantes.
Que no hay vida, que no hay cariño,
sintiendo en los rincones de cualquier habitación.
Que no hay amor entre susurros,
ni odio en un gemido,
ni temor en la expresión.
Somos el adulto que nuestro niño quería ser,
el desapegado resguardo de una pareja
o un bonito beso de despedida
de nuestros padres, antes de nacer.